Ante las noticias aparecidas en los medios de comunicación en los últimos meses, incluso años, la imagen del sector de la automoción esta en entre dicho tanto por las emisiones como por las llamadas a revisión por fallos en los componentes. Por ello, desde Lafuente, enganches y remolques, queremos hacer una reflexión sobre el papel de este sector en la Responsabilidad Social Empresarial (RSE)
Por su peso dentro de las economías de los países industrializados, el sector de la automoción representa una referencia en el desarrollo de políticas de responsabilidad social corporativa. Su importancia y tamaño hacen que, además de ser especialmente susceptible a la regulación, sea blanco de críticas por parte del consumidor y el ciudadano.
Es un sector sometido a una dura competencia en plena transición en las preferencias de los consumidores y la profunda transformación del mercado automovilístico.
En este contexto, la RSE (Responsabilidad Social Empresarial) se perfila como una necesidad competitiva. La reducción del impacto ambiental y acústico, el fomento del uso de las energías renovables en detrimento del petróleo y, a la larga, el menor coste económico, se perfilan como retos relevantes.
Las personas constituyen la base de la Responsabilidad Social y por tanto debemos ser conscientes de nuestro papel.
La cadena de valor
- Empleados. El empleado es clave con su comportamiento y compromiso, para la dinamización de la organización, y la RSE no es real si no existe una implicación de los trabajadores, en los cuales se incluyen los Directivos.
- Clientes. Con sus hábitos y decisiones de compra, ejercen presión sobre las decisiones y orientación de los productos. Es fundamental desde la RSE que cumplamos sus necesidades presentes y futuras.
- Proveedores. La RSE se prolonga aguas arriba en la cadena de valor. Un proveedor por insignificante que parezca puede comprometer a toda la cadena con sus actuaciones, de ahí que los proveedores sean interpretados como socios en el compromiso y en el respeto mutuo.
Líneas de acción
- Social. La movilidad de las personas ha permitido un gran avance de la sociedad, así como mejoras en la calidad de vida y relaciones personales. Es un compromiso de la Automoción mantener estos aspectos con soluciones acordes a las necesidades de cada miembro de la sociedad.
- Seguridad e I+D+i. Es necesario un continuo desarrollo que permita incorporar las mejoras tecnológicas que redunden en una mayor seguridad de los conductores y peatones, que permitan reducir el impacto social y económico derivados de los accidentes.
- Medioambiental. El futuro en términos de sostenibilidad es un pilar básico, las reducciones en emisiones contaminantes y de ruido, así como el reciclaje de los componentes es primordial para las generaciones futuras.
- Laboral. La aplicación de la RSE debe garantizar una correcta supervisión del cumplimiento normativo, en todos los aspectos que afectan al automóvil.
Por tanto, desde Lafuente, animamos a todas las empresas del Sector de la Automoción a no decaer en el esfuerzo de conseguir un mejor entorno social y ambiental, y seguir invirtiendo en tecnología que permita una movilidad más accesible y responsable con el medio ambiente.